EL DISEÑO Y REALIZACION DE JARDINES. NOCIONES GENERALES

Las necesidades de la población en zonas verdes son directamente proporcional al grado de urbanización de su entorno, esto es, los habitantes de las zonas rurales, rodeados de campos y bosques, dificilmente tendrán como necesidad la existencia de parques o jardines en los lugares que habitan, cosa, por otro lado, fácil de entender.

Es en el siglo XIX, con la revolución industrial y el comienzo de la denominada Edad Contemporánea, cuando las ciudades comienzan un crecimiento vertiginoso y sin planificación adecuada, lo que llevó aparejado graves problemas de contaminación, sanidad, etc.

Desde entonces, la urbanización es uno de los problemas más característicos de todas las ciudades. Hoy en día se estima que el 50 % de la población mundial reside en ciudades, cifra ésta que está en constante aumento, por lo que el en año 2005 más de la mitad de la población mundial residirá en ciudades, algunas de ellas monstruosas ya en la actualidad en cuanto al número de habitantes.

En las naciones más industrializadas este fenómeno es mucho más acusado, ya que entre el 60 y el 80 % de sus habitantes vive en las ciudades.

Siendo esto así, y por razones casi obvias, desde hace años se está produciendo el fenómeno de la emigración del centro de las ciudades a zonas residenciales y urbanizaciones en las afueras de las mismas, zonas éstas más tranquilas y en las que, normalmente, se dispone de mayores zonas verdes. La mejora de los transportes y el crecimiento industrial han influido notablemente en el crecimiento en superficie de las ciudades, ampliándose las zonas suburbanas y existiendo una demanda de suelo como nunca antes la hubo.

Esta evolución de la ciudad, densamente edificada, lleva consigo la desaparición de todo ecosistema natural y de la vegetación propia de la zona. En su lugar se crean zonas verdes que responden a funciones ornamentales en cuanto a su diseño y dispersión óptica, a funciones recreativas y de contacto con la naturaleza y por último a funciones sanitarias o de bienestar de las personas. Sabido es que las masas verdes de una ciudad mejoran las condiciones climáticas de la misma, actuando como reguladores del intercambio de aire, reducen la contaminación ambiental, reducen la velocidad del viento, actúan como amortiguadores acústicos y proporcionan espacios vitales para los animales, conservando la naturaleza.

En definitiva, cabe como conclusión el decir que hoy en día en nuestras ciudades el verde no sólo hace bonito, sino que cumple un papel funcional y necesario cuales son el alumbrado, alcantarillado, etc.

La mayoría de jardines actuales se diseñan, los de carácter privado por sus propios dueños, generalmente sin la mediación de un diseñador profesional, y los de carácter público, a excepción de las grandes obras, cada vez más escasas, en las que se acude a concursos de ideas, subastas públicas, etc., por profesionales normalmente especialistas en el tema, aunque no siempre es así.

Hoy en día existen grandes limitaciones a la hora de diseñar jardines. El espacio del que se dispone en las ciudades y el enorme costo que representan las obras. Por todo ello, debemos aprovechar al máximo los recursos de que dispongamos. Es útil asímismo tener en cuenta lo que se ha hecho en otros lugares, tanto antíguamente como en la actualidad, como se han resuelto casos similares. Toda idea puede ser válida.

Existen, por otro lado, unos principios básicos del diseño que debemos respetar en la medida de lo posible, una armonía entre los colores que no debemos contravenir. El perfecto conocimiento del material vegetal, materia prima del diseñador, es imprescindible. Portes, datos fenológicos, exigencias de clima y suelo, resistencia a los factores limitantes o estresantes de nuestras ciudades son aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir las especies que conformarán nuestras plantaciones. De su mejor conocimiento dependerá el que dejemos menos cosas al azar.

En definitiva, y al márgen de todo lo dicho, cualquier zona verde no debe construirse si no se dispone de asignación económica para su futuro mantenimiento.

Por otro lado, cualquier zona verde realizada será tanto más económica en su mantenimiento cuanto menos necesite de la intervención humana. A este respecto, los jardines a base de arbolado y arbustos son los más aconsejables, siendo los más caros aquellos a base de planta de temporada, praderas, figuras geométricas recortadas, etc.

ASPECTOS A TENER EN CUENTA EN EL DISEÑO DE ZONAS VERDES

Partimos de la base de un supuesto proyecto de jardinería que se nos ha encomendado, tanto a nivel de diseño como de ejecucción de la obra, en el que sólamente se nos porporciona plano de ubicación, límites de la parecela y plano topográfico del terreno, con reflejo de curvas de nivel. Este ejemplo nos servirá para tratar detalladamente cada uno de los pasos a seguir y todos los aspectos a tener en cuenta en el diseño de una zona verde.

Planos. Levantamientos topográficos.

Si carecemos de planos, lo primero que tendríamos que hacer es realizar un levantamiento topográfico del terreno y confeccionar los planos necesarios de curvas de nivel. Estos planos nos serán imprescindibles para el cálculo de movimientos de tierras y para el diseño en general de todo el conjunto de la obra. Las escalas a utilizar son de 1:100 para pequeños trabajos, tales como jardines particulares, y de 1:250, 1:500, 1:1000, en función de la mayor superficie a tratar. Habrá de tenerse en cuenta en dichos planos de situación la existencia de canalizaciones de cualquier tipo, tendidos eléctricos y cuantas referencias sean de utilidad de cara a ser respetados o modificados en función del proyecto que vamos a di-señar.

Orientación.

Es preciso conocer las orientaciones de las diversas partes de la parcela, pues de ello dependerá el diseño y la ubicación de ciertas zonas. Siempre tendremos en cuenta que las orientaciones al Norte reciben poca insolación y por contra, las orientadas al Sur son las más soleadas. Muchas de las plantaciones estarán sujetas a la orientación que se les proporcione.

Vientos dominantes.

El conocimiento de la dirección de los vientos dominantes de la zona nos ayudará a paliar en parte sus efectos mediante la creación de pantallas, setos, etc. Del mismo modo evitaremos utilizar especies poco resistentes a los mismos en aquellas zonas de mayor incidencia.

Estudio del terreno.

El estudio de la superficie del terreno nos permitirá realizar movimientos de tierras de cara a crear desniveles si no los hubiera y los estimásemos oportunos o de mitigar éstos si fuesen muy pronunciados. Hemos de decir aquí que los desniveles de forma natural siempre son interesantes y ofrecen muchas posibilidades al diseñador. De igual forma se tendrán en cuenta los desniveles del terreno de cara a la evacuación de aguas, drenajes, etc.

Estudio del suelo.

Se realizará un estudio de la textura y estructura del suelo y se harán las enmiendas necesarias. De igual forma se hará un análisis químico del suelo determinando, entre otras cosas, su pH. Si fuese necesario y permisible se harán las enmiendas adecuadas.

Se tomarán muestras del subsuelo y de la capa superior, ya que el desarrollo radicular se realizará en zonas muy diferentes entre las plantas herbáceas y las plantas leñosas.

El conocimiento de estos datos nos permitirá tomar decisiones de abonados y/o estercoladuras de fondo, de selección de especies adecuadas a las características del suelo, etc.

Situación de la parcela y clima de la zona.

La situación de la parcela nos obligará a tomar medidas en cuanto al tipo de plantas a utilizar. La proximidad del mar nos obligará a tener en cuenta los vientos cargados de sal. La existencia de períodos de helada nos obligará a tomar precauciones de abrigo y al no empleo de especies delicadas. La existencia de temperaturas extremas en verano o mínimas en invierno nos obligará a seleccionar plantas que las resistan o toleren.

Perspectivas, puntos de vista.

Debemos tener en cuenta los puntos de vista con que cuenta el jardín. Los posibles accesos al mismo en función de las vías de comunicación aledañas. Las construcciones de los alrededores, etc. Ello nos ayudará a crear rincones, perspectivas y puntos de vista del jardín desde varios lugares. Nos permitirá preveer el acceso del público por donde se realizará, facilitandoles al máximo el mismo.

Usuarios.

La toma de datos acerca de los usuarios de la futura zona verde es un aspecto que muchas veces cae en el olvido y que es de gran importancia pues, en definitiva, ellos son los que tendrán que sentirse a gusto en la misma y ver satisfechas sus necesidades.

Toda zona verde tiene lo que se denomina un radio de influencia. Así, un parque infantil debe tener un radio de influencia de 200-300 metros y los trayectos deben ser facilmente recorridos a pie, no debiendo estar obstaculizados por la circulación.

Un jardín o plaza de barrio debe tener un radio de influencia de unos 500 metros, pero ya no exige que sus accesos sean cómodos. El parque urbano puede extender su radio de acción desde los 500 a los 1.500 metros.

Todas estas zonas verdes estarán unidas mediante vías de comunicación debidamente arboladas.

Las asociaciones de vecinos, la realización de encuestas, etc., nos darán una idea global de lo que la población afectada por el radio de acción de la zona verde a diseñar desea. En estos momentos ellos son nuestros clientes y, por ello, debemos tenerlos en cuenta y escuchar sus opiniones.

Realización de bocetos.

Con toda la información anteriormente suministrada, y una vez estudiada la misma, ya estamos en condiciones de comenzar a diseñar sobre el plano aquellas partes del jardín que tengamos más claras o que creemos necesario incluir: Paseos, plazas, pérgolas, zonas de juego, accesos, etc. Para ello realizaremos bocetos de los mismos sobre los que podremos ir introduciendo correcciones y/o modificaciones.

LA REALIZACION DEL PROYECTO

Una vez tengamos las ideas claras acerca del diseño y de los diversos elementos que se incluirán en el jardín, ya estamos en condiciones de elaborar el proyecto.

Todo proyecto consta generalmente de las siguientes partes:

- Memoria
- Planos
- Pliego de condiciones
- Presupuesto
- Anejos

La Memoria

Se trata de un texto donde se explican y describen todos los detalles del jardín, el diseño que se ha realizado, los trabajos que se desarrollarán y cuantos detalles sean de interés. Normalmente se incluyen en los anejos de la memoria tablas de datos, listas de plantas, cuadros climatológicos, etc.

El Pliego de condiciones

Es un texto donde se matiza el tipo y calidad de los diversos materiales que se emplearán en la obra, tantos los vegetales como los empleados en la obra civil. Igualmente describe y dicta normas acerca del modo de realizar los trabajos. El contratista ejecutor de la obra deberá atenerse a dicho pliego de condiciones.

El Presupuesto

Este documento nos indicará el coste estimado de las obras. Suele constar de varias partes a su vez. Así, puede haber un capítulo dedicado a la cubicación de las obras, un capítulo dedicado a precios unitarios, un capítulo dedicado a presupuestos parciales por partidas de obra, por ejemplo: fontanería, movimientos de tierra, electricidad, jardinería, etc., y por último, un capítulo con el resúmen y presupuesto general de la obra.

En ocasiones suele incluirse igualmente los llamados precios descompuestos para cada unidad de obra. En éstos se desglosa el coste de cada uno de los elementos que conforman cada precio unitario de obra.

Los Planos

Normalmente existirá un plano de situación y un plano general, además de los correspondientes planos de red de riego, electricidad, jardinería y obra civil. Dependiendo del tipo de obra habrá, además, cuantos planos de detalles o parciales se estimen convenientes. La escala a utilizar dependerá del tamaño del jardín y de los detalles que queramos reflejar para que estos sean bien visibles.

EJECUCCION DE LAS OBRAS DE UN JARDIN

Una vez aprobado el proyecto que se haya realizado y contratada su ejecucción, comienzan los trabajos que se realizan en cierto orden prioritario y lógico.

a) Señalización sobre el terreno. Replanteos.

Mediante cinta métrica, teodolitos, etc., se irán marcando sobre el terreno con estacas, yeso, etc., los diversos elementos del jardín tal y como vienen representados en el plano, preveyendo los movimientos de tierra que hubiera y la apertura de zanjas de drenaje, etc.

b) Movimientos de tierra.

Son los trabajos de la maquinaria pesada. Se le da al terreno la forma deseada, se abren zanjas para drenajes, se abren huecos para estanques, piscinas, etc.

c) Obra civil.

Se ejecutan todas las obras de albañilería: colocación de bordillos, pavimentos, arquetas, imbornales, pérgolas, escaleras, etc. Se aporta igualmente la tierra vegetal necesaria, turbas, etc. y en egeneral todo aquello que viene en camiones. Podemos incluir aquí la plantación de grandes ejemplares trasplantados que exigen maquinaria pesada.

d) Instalación de electricidad y fontanería.

Se abren las zanjas en terreno blando para la instalación de cables y tendido de tuberías para el riego, ya que aquellas necesarias en terreno duro se habrán hecho durante la ejecucción de la obra civil.

e) Preparación del terreno para la plantación.

Se realizan todas las labores de roturado y rastrillado. Se abren hoyos para la plantación de árboles y arbustos.

f) Acabados finales.

Colocación definitiva de los elementos de riego, farolas, etc. que se han dejado pendientes para evitar su rotura. Plantación de macizos, borduras, etc. y, por último, la siembra de praderas.

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