FICUS DRUPACEA Thunb. | |
Descripción: Árbol siempreverde de 10-15 m de altura, sin raíces aéreas o muy escasas en nuestros jardines, con la copa redondeada y el tronco de corteza lisa, de color gris claro. Ramillas tomentosas. Estípulas lanceoladas, de 1,5-2 cm de largo, de color castaño amarillento o rojizas, membranáceas, glabras o densamente tomentosas, caedizas. Hojas con la lámina de estrechamente elíptica a obovado-elíptica, de 10-20 (-35) x 4-8 (-16) cm, con la base redondeada o más o menos cordada, a veces algo auriculada, el margen entero, en ocasiones algo ondulado, y el ápice redondeado y normalmente con un acumen de hasta 7 mm de largo. Son de textura coriácea, glabras o más o menos tomentosas, tanto por el haz como por el envés, de color verde oscuro por el haz y algo más claras por el envés; nerviación con 8-12 (-14) pares de nervios laterales, más resaltados por el envés. Pecíolo de 1-4,5 cm de largo, glabro, con pelos dispersos o densamente tomentoso. Siconos dispuestos en pares o solitarios, axilares, sésiles. Receptáculo oblongo-elipsoide, de hasta 4 x 1-2,5 cm, glabro, de amarillento a rojizo en la madurez, con puntos blancos dispersos, con un ostíolo más o menos prominente de 2-3 mm de diámetro. Brácteas basales 2-3, persistentes, semicirculares, desiguales, glabras o pubérulas, ocultas por el fruto. Cultivo y usos: Una especie algo variable y con una distribución muy amplia, encontrándose formas glabras y tomentosas, tanto en estípulas, como en hojas y frutos (F. mysorensis var. pubescens). El llamado Ficus ‘Velvet’, que al parecer es una mutación de una especie no definida, tiene ciertos parecidos con formas tomentosas de esta especie. Se multiplica por esquejes y por acodos aéreos. Es más sensible al frío que algunos otros ficus cultivados al exterior, dañándose su copa por debajo de los cero grados centígrados, aunque posteriormente suele recuperarse sin dificultad. Va bien, por tanto, en zonas costeras libres de heladas. |