QUERCUS CANARIENSIS Willd.
Familia: Fagaceae
Nombre común: Quejigo, roble andaluz.
Lugar de origen: Extiende su área a la región mediterránea occidental, Sur de Portugal, Suroeste y Noreste de España y Norte de África.
Etimología: Quercus, nombre latino de la encina, roble, etc. Canariensis, del latín canariensis-e, procedente de Canarias, aunque esta denominación fue puesta al parecer por error en unas etiquetas.

Descripción: Árbol que puede sobrepasar los 25 m de talla, con la corteza grisáceo-pardusca, resquebrajada, con surcos longitudinales profundos y algunos transversales más someros. Hojas alternas, marcescentes o subpersistentes, subcoriáceas, de oblongas a ovado-elípticas, de 6-18 cm de longitud y 3-11 cm de anchura. Borde sinuado-festoneado o con lóbulos cortos, frecuentemente con dientes de sierra grandes; base truncada o escotada. Haz verde oscuro y glabrescente, glauco y glabro por el envés, salvo algún remanente de pelos en las axilas de las nerviaciones. 10-18 pares de nerviaciones. Amentos masculinos en grupos de 4-5, de 4-8 cm de longitud. Flores femeninas sobre un pedúnculo corto. Bellotas cortamente pedunculadas, bastante cilíndricas, de 2-3 cm de longitud, aglomeradas en pequeños grupos. Cúpula con escamas ovado-lanceoladas, tomentosas; las inferiores aplicadas y frecuentemente gibosas. Maduración anual. 

Cultivo y usos: Madera buena para traviesas y aceptable para duelas, aprovechándose para leña y carbón. Sus hojas y frutos son comidos por el ganado. Se utiliza en parques como árbol de sombra.