CERCIS SILIQUASTRUM L. | |
Descripción: Arbolito caducifolio a menudo con tendencia arbustiva y a ramificar desde abajo, alcanzando unos 4-5 m de altura, aunque en condiciones favorables puede llegar a superar los 10-12 m de talla; tronco con la corteza al principio lisa y grisácea, oscureciéndose y tornándose rugosa y agrietada longitudinalmente con los años, llegando a ser negruzca cuando el árbol es muy adulto; la copa es irregular, abierta, algo aparasolada, con el ramaje tortuoso. Hojas simples, alternas, de redondeadas a cordiformes, de 7-12 cm de longitud, glabras, con el ápice redondeado y largamente pecioladas. Son de color verde en el haz y glaucas en el envés. Flores que aparecen a lo largo de las ramas antes que las hojas, en los lugares que el año anterior ocupaban éstas. Son de color rosa (o blanco en la variedad ‘Alba’), de 1-2 cm de longitud, dispuestas en racimos de 3-6 flores. Legumbre de color marrón-rojizo, de 6-10 cm de longitud, conteniendo numerosas semillas parduscas. El fruto permanece en el árbol durante bastante tiempo. Cultivo y usos: Se multiplica por semillas. Estas tienen latencia interna, por lo que deben someterse a tratamientos de presiembra con agua caliente o ácido sulfúrico. Árbol resistente a la sequía y a suelos con cal. Soporta bien el calor veraniego y el frío invernal. Muy utilizado en pequeñas plazoletas y en alineaciones de calles estrechas. Debe cuidarse mucho la poda si se quiere obtener una buena floración teniendo en cuenta la manera de florecer. Debe realizarse una buena poda de formación en vivero para tener árboles con tronco recto, ya que desde pequeños tienden a ramificar de manera zigzagueante. En ocasiones se suele utilizar como arbusto ornamental por su follaje, con ramificación abundante desde el suelo. |