PRUNUS PERSICA (L.) Batsch
Familia: Rosaceae
Sinónimos: Amygdalus persica L.
Nombre común: Melocotonero, Duraznero, Pavía
Lugar de origen: China.
Etimología: Prunus, nombre latino del ciruelo silvestre. Persica, del latín persicus-a-um, procedente de Persia, lugar a través del cual se introdujo esta especie en Europa.

Descripción: Pequeño árbol caducifolio que puede alcanzar 6 m de altura, aunque a veces no pasa de talla arbustiva, con la corteza lisa, cenicienta, que se desprende en láminas. Ramillas lisas, lampiñas, de color verde en el lado expuesto al sol. Hojas simples, lanceoladas, de 7.5-15 cm de longitud y 2-3.5 cm de anchura, largamente acuminadas, con el margen finamente aserrado. Haz verde brillante, lampiñas por ambas caras. Pecíolo de 1-1.5 cm de longitud, con 2-4 glándulas cerca del limbo. Flores por lo general solitarias, a veces en parejas, casi sentadas, de color rosa a rojo y 2-3.5 cm de diámetro. Aparecen en el árbol antes que las hojas. Fruto globoso, tomentoso, de 5-7.5 cm de diámetro, amarillento con tonalidades rojizas en la parte expuesta al sol y un surco longitudinal más o menos marcado. Hueso ahoyado, muy duro y con surcos sinuosos.

Cultivo y usos: Introducido en Europa en la época de los romanos como árbol frutal, habiéndose mejorado la calidad de sus frutos mediante cruzamientos. Entre sus cultivares destacan: ‘Alba’, ‘Alboplena’, ‘Atropurpurea’, ‘Pendula’, ‘Purpurea’, ‘Rosea’, ‘Rubra’, ‘Rubroplena’, etc., así como las variedades nucipersica (nectarinas) y platycarpa.(chatos o paraguayos). Vegeta mejor en suelos francos, sueltos, con materia orgánica, permeables, neutros. Especie exigente en agua en los períodos calurosos. Le perjudican las heladas primaverales, pues suelen coincidir con la floración.